miércoles, 17 de mayo de 2017

El proceso de canonización de Marta Ferrusola

El brillante artículo de Enric Vila —un sujeto con mucho futuro, no lo duden ustedes, al que habíamos dedicado la entrada Los inmigrantes y la envidia—, nos lo introduce Lluís Bosch así:

[...] «Pero ahora, a Marta, ya le ha salido un exégeta (no sabemos si gratis o cobrando) que desvela un fondo menos simplón. Se llama Enric Vila y ejerce de tertuliano en TV3 y en Catalunya Ràdio. Vila defiende a Ferrusola con argumentos variopintos que tienden a convertirla en una suerte de Robin Hood catalán, católico y muy patriota de la patria catalana, que robaba a los españoles de forma legítima, ya que el objetivo del robo no era otro que el de darles el botín a los catalanes: a siete catalanes en concreto, que son —quizás por casualidad— sus siete hijos. Vila lo suelta sin ambages: la función de una madre verdadera, cristiana y catalana es velar por el bienestar de sus hijos [No se pierdan el artículo, por favor: todo el mundo debe saber quienes son los intelectuales del proceso soberanista catalán]».




Conocíamos bien la trayectoria intelectual de Enric Vila [por favor, no se pierdan la entrada antes citada, acerca de los inmigrantes]. Por ello, la recomendación de Lluís Bosch la hemos seguido al pie de la letra y, por su interés, nos hemos permitido traducir al castellano (en atención de aquellos que no estén todavía 'normalizados') algunos párrafos de la exégesis del susodicho Enric Vila, titulada: Marta Ferrusola, imperfecta pero libre. Por su larga extensión, G.U, ha seleccionado solamente algunos de los párrafos más significativos de su emotivo panegírico:

Enric Vila (un intelectual del procés)
[...] «Al igual que Josep Pla o Salvador Dalí, Ferrusola ha tenido que sufrir con una intensidad especial la disociación entre el cuerpo y el espíritu que la ocupación española impone a los catalanes con un poco de ambición. El hecho de que la espiritualidad del país se haya visto obligada a encajar en formas políticas extranjeras y hostiles, no se ha tenido suficientemente en cuenta a la hora de juzgar las excentricidades de nuestras primeras figuras.

Ferrusola ha vivido en la época de la historia más marcada por el poder de los estados nación. Cuando Pujol dejó la Generalitat en 2003, todos los líderes del catalanismo habían pasado por el piquete de fusilamiento o la prisión. [...] A través de la violencia explícita o de las técnicas de propaganda, el Estado ha obligado a los catalanes que no han querido renunciar a ser importantes a hacer todo tipo de equilibrismos para no españolizarse. El problema de Ferrusola es que su marido dijo, para protegerse de los patriotas más valientes que él, que las cosas tenían que hacerse bien, cuando sabía perfectamente que, sin libertad, es imposible desplegar el amor y el talento y, por tanto, vivir como Dios manda.


Los discursos de Ferrusola sobre la necesidad de trabajar, de amar al país o de formar una familia eran sinceros, y no se contradicen con el dinero que, presuntamente, haya podido distraer de las arcas españolas. Nadie que tenga una idea clara de cómo funciona el poder puede creer que Pujol habría podido mandar tantos años en Cataluña sin la complicidad de Madrid y, sobre todo, sin tener una familia rica y poderosa.[...] Pujol no se habría entregado a la policía, ni habría puesto nunca en la situación de ser torturado, sin la determinación y el empuje de su mujer. 

Religiosa y combativa, tiene una intuición de la dignidad y la grandeza que ha faltado a muchos catalanes. Hija del Eixample, que es un mundo disminuido, de egoístas envilecidos por el miedo al fracaso y los heroísmos aparentemente inútiles los antepasados, la ex primera dama ha sufrido demasiado por el futuro de su familia. Prisionera de esta educación de manual típica de las familias sobrevenidas que pesan tanto en el país, seguramente no tenía la formación necesaria para canalizar su fuerza y ​​sus miedos en una situación tan complicada. En vez de inculcar su coraje y su determinación a los hijos, como muchos otros catalanes trató de protegerlos, hasta la enfermedad, de la revancha de España.


Marta Ferrusola (Això és una dona!)
Después de dejar con un palmo de narices a los intelectuales y los políticos que habían estudiado en las mejores universidades del mundo y consideraban que la cultura catalana estaba muerta, nadie puede reprochar a Ferrusola que viera su familia como la encarnación del país. Como primera dama, devolvió la esperanza a muchas señoras con la sensualidad secada por la represión y las derrotas de los maridos, demostrando que se podía ser catalana, independiente y poderosa.

Ferrusola fue a ver a su marido a la cárcel y pagó un precio por luchar contra la dictadura. Nacida en Barcelona en 1935, subió siete hijos sola, mientras Pujol desafiaba a los militares y a la poderosa influencia que la prensa española —purgada a conciencia durante años—tenía en Barcelona. Pujol no se habría entregado a la policía, ni se habría puesto nunca en la situación de ser torturado, sin la determinación y el empuje de su mujer. Ferrusola es la típica matrona mediterránea capaz de hacer cualquier cosa para defender su tierra y proteger a sus hijos.

Sufrida y maternal, no creo que pierda ni un minuto sintiéndose mal por los que la acusan de racista, de hipócrita o de ladrona. Estoy seguro de que afronta los escarnios y la persecución judicial con el mismo sentido trágico de la vida que su tatarabuela habría vivido que una tropa de isabelinos saqueara su masía y matara a su marido. En una sociedad de víctimas ofendidas, Ferrusola no ha lloriqueado nunca ni se ha dejado amedrentar, lo que también enrabia los eunucos.

Desde que estalló el caso Pujol hace un par de años, en círculos policiales se especula que la justicia española tratará de empapelarla, para desmontar al expresident. Ferrusola siempre ha sido el punto débil de Pujol y su ancla con la verdad. Si fuera por Ferrusola, Cataluña ya sería independiente, o estaría en guerra con España. Ferrusola no habría jugado con el 9-N ni ofrecería al PP de cambiar la fecha del referéndum, una vez se hubiera comprometido a celebrarlo, como ha hecho Puigdemont.

Sobre los valores de Ferrusola se puede aguantar una sociedad, una cultura y un país, por mucha comedia que haya hecho y por mucho que, supuestamente, haya robado. En cambio, detrás de los españoles y los literatos que la escarnecen no hay nada más que miseria. Una miseria oscura, grosera y profunda, que se pierde en la noche de los tiempos y en la pedantería del eunuco que como puede haberlos dice que los higos son verdes».[...]




Y Lluís Bosch acaba así, en su artículo Robin Hood es catalán y se llama Marta Ferrusola:

«Su texto es un hito auténtico de la desfachatez, la obra de un siniestro aspirante a comisario político, un texto con tintes de un protofascismo escalofriante. La principal disculpa que le brinda Vila a la señora Ferrusola es que, al fin y al cabo, robaba —presuntamente, claro— a los españoles, esos que nos han robado tanto. En mi segunda lectura del texto he sentido un aire gélido y tremebundo que me recorría el espinazo por dentro: si Cataluña se independiza gracias a tipos como Vila, deberíamos pensar en exiliarnos. Y no lo digo por decir: en una hipotética república catalana no mandarían las chicas enrolladas de la CUP, si no los SS Oberführer como Vila. Eso no pinta nada bien».

7 comentarios:

  1. Desfachatez. Siniestro. Comisario político. Con esos tres conceptos usados por Bosch se podría resumir bien en lo que puede acabar una aventura como esta que están sufriendo ustedes (y nosotros subsidiariamente). Recomiendo ver la película documental "Benito Mussolini" de Rosellini y otros, donde podrán ver como los tres conceptos citados surgen por doquier en la narración. Y, como ejemplo paradigmático de hasta dónde se puede llegar, estremece ver cómo se maneja a las masas que hasta se alegran de entrar en la Guerra Mundial.
    Mateo M.

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  2. Es la dogmatización del prosses y los próceres que están dispuestos a todo para tener un lugar de privilegio.
    salut

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  3. Este Vila ha perdido el norte. Me sabe mal porque en los 80 compartí aula con él durante 8 años de EGB y, a diferencia de muchos compañeros, nunca demostró ninguna inquietud política especial. Verdad es que éramos jovencitos, pero la movilización se hacía notar: carpetas forradas de esteladas, camisetas reivindicativas, manifestaciones de La Crida en la Pl. de Sants, trenes pintados de rosa, ataques al Burguer King de Canaletas..., es decir un ambiente netamente patriótico.
    Ahí en medio, Vila no se significaba, o al menos no era de los que te preguntaban amenazadoramente: - Els teus pares a qui voten, a convergència -el ERC de Hortalà no contaba mucho entonces- o als fatxes?
    Verlo escribir semejante justificación de las actividades de la Madre Superiora me hace pensar que algo se hizo mal entonces. Su texto no resiste un análisis medianamente riguroso. Es la obra de un fanático. Lo veo pasando lista al cargar los camiones de traidores para ir a dar un paseíllo. Será un buen responsable de checa.


    Pobre hombre.

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    1. Disculpeu. No era el Burguer King. Allò de Canaletes era i encara és un McDonald's.

      I una altra cosa, no serà checa, que txeca serà.

      Salutacions d'un Revolucionari somrient.

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    2. La prueba más evidente de que el amor no conoce fronteras es el apasionado noviazgo que mantuvieron Andrea Levy (la eterna promesa del PP que se ha vuelto a quedar sin cartera ministerial) y esa promesa ya consolidada del procés, Enric Vila, del que nos explica usted cómo fue su adolescencia. Muchas gracias por esa información de primera mano.

      [img]https://1.bp.blogspot.com/-5aafTJ05ZKQ/WR1wx9rykZI/AAAAAAAAbXM/3kRM8oUU6EYoYPWomScbptyo_-rLgz1QQCLcB/s1600/andrea_levy_enric_vila.jpg[/img]

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  4. Yo nunca había leído algo semejante a ese "bodriescrito" de ese intelectual del "procés". MJ

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  5. Lo reconozco, Enric, soy un miserable y un eunuco.
    El Tapir

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