martes, 8 de noviembre de 2016

No la detuvo la Guardia Civil: quina llàstima!

Gran Uribe es persona de orden y, por ello, siempre ha pensado que las leyes deben cumplirse, aunque no nos gusten y, en tal caso, procurar que nuestros políticos intenten cambiarlas. Es el funcionamiento normal de un estado democrático. Pero aquí parece que no, que solo hay que cumplir las leyes que nos convienen y las otras... limpiarse el trasero con ellas. Y no solo eso: encima rasgarse las vestiduras muy ofendidos si se les llama la atención. Trump es un aprendiz a su lado. Absolutamente penoso.

Lluis Bassets, persona sensata, nos habla de esta costumbre que han tomado las autoridades catalanas de no cumplir las normas que no les gustan, actitud que comporta el riesgo evidente de que la gente se tome al pie de la letra esta actitud en el futuro, y se lo tendrían bien merecido. El flamante nou estat convertido en Can Pixa desde el minuto cero.

Lluis Bassets
«Nadie ha prohibido las banderas esteladas. Nadie puede ni debe limitar la libertad de expresión. El problema es pretender vulnerar los reglamentos y las normas que cuidan del funcionamiento de las elecciones con la exhibición de banderas y símbolos partidistas en instalaciones vinculadas a los comicios que se celebran y hacerlo para más mofa en nombre de la libertad de expresión; o desatender las resoluciones y citaciones judiciales en nombre del pueblo soberano o, lo que es más grave, declarar la desobediencia a la más alta instancia de arbitraje constitucional a través de una resolución parlamentaria, como sucedió el pasado 9N.

Aunque sean de la CUP, es preocupante que quienes exhiban tal confusión sean cargos electos con capacidad de decisión sobre sus administraciones y sus presupuestos, porque indica que pueden desatender la ley también en otros ámbitos. Pero más alarmante es que la compartan fuerzas de Gobierno en Cataluña y en Barcelona, y, no por lo que dicen ni siquiera por lo que hacen, sino por el mensaje que hacen llegar a la población sobre la Cataluña futura que tienen dibujada en sus mentes. Política es pedagogía. Cada comportamiento político es una lección impartida que tendrá luego consecuencias.

Las respuestas que da la CUP y sus amigos a estas preguntas son las mismas de Donald Trump respecto a los resultados electorales: solo los acepto si gano, solo asumo las leyes que me favorecen. Quien no respeta la legalidad ahora mal puede exigir que se respete mañana aun cuando esta legalidad lograra ser únicamente catalana. Atendiendo al reparto del voto y a la división de la opinión pública ante la independencia, la desobediencia que la CUP practica y que otros jalean contiene una firme promesa en favor de la discordia civil y del enfrentamiento entre catalanes. Que, por cierto, no sería una novedad en la historia de Cataluña».





Mensaje de Ramón de España en su página de Facebook
Bueno, veamos un enfoque un poco más festivo del asunto, a cargo del resucitado Ramón de España, que ya ha salido del clínico después del susto y no ha tardado en escribir su primer artículo, relativo a la detención de la alcaldesa de Berga (de la CUP) —en la foto—, llevada a cabo por los mossos d´esquadra y no por la Guardia Civil, tal como ella hubiera deseado.

Nos alegramos de la vuelta al curro de Ramón y de que no haya abandonado su retranca habitual. En fin, esperemos que cuando los facultativos le impongan las restricciones habituales en estos casos no pierda su buen humor. Dice así:

Manifestación ante el ayuntamiento de Berga
«Ya han oído ustedes a Montserrat Venturós, alcaldesa de Berga: hubiese preferido que la detuviera la Policía Nacional o la Guardia Civil. No ha especificado si los picoletos debían lucir un enorme bigote sobre un rostro cetrino y hablar con acento andaluz, pero la cosa ha quedado clara: a una de la CUP no la detiene un poli catalán.

Es más, si los Mossos d'Esquadra no fuesen una pandilla de mercenarios y de botiflers, deberían haberse negado a cumplir las órdenes del juez y, ya puestos, enfrentarse a tiros con sus compañeros de la Guardia Civil o de la Policía Nacional en aras de esa entelequia que los nacionalistas definen como "la legalidad catalana". De la misma manera que España se divide en "catalanes" y "fachas", la ley común no es aplicable en esta zona del país.




Es lo que ha venido a decir su abogado, el hacendado Salellas, en sus declaraciones. O el honorable Cocomocho en su comentario de Twitter. O los de Catalunya Ràdio con esa preguntita dirigida al pueblo acerca de si hay que atender siempre los requerimientos judiciales o si a veces se los puede pasar uno por salva sea la parte. O los de TV3 con su prolijo y sesgado seguimiento del incidente.

De hecho, lo único que ha hecho la señora Venturós es seguir las instrucciones de Quim Arrufat, el hombre que solo piensa en que le partan la cara los españoles para poder montar un buen cirio en Europa, con la colaboración desinteresada de los señores Tremosa, Terricabras y demás caballos de Troya a los que España paga un sueldo para que contribuyan a su destrucción».[...]




2 comentarios:

  1. Creo que es una lástima que el último objetivo sea el que te detenga la Guardia Civil.
    Y creo que una persona joven, tiene mucho que ofrecer a su ciudad. Que con el ejemplo se puede hacer con muchos votos sin necesidad de la obra de teatro que sólo da fama pero no prestancia.
    Creo que podría aprovechar la oportunidad de hacerlo bien, y pienso que sólo le falta madurez, porque es joven y la experiencia es un grado.
    Lo que es cierto es que Catalunya está fracturada, y es por culpa de los políticos, no por culpa de los ciudadanos, y esto les habrá de pasar factura.
    Jamás han ido a unirnos, sino a potenciar lo de España nos roba y Cataluña es insolidaria, y ni lo uno ni lo otro es cierto.
    Ayer estuve en la presentación de un libro de mi buen amigo Ferrer Lerín. Habló de su amigo Pedro Gimferrer, (dice que siempre se llamaba así y que en lo moderno ahora se hace llamar Pere) y habló de Mari Carmen Riera, después llamada Carmen y ahora (dicho por él) se hace llamar Carme, y explicó como se ve desde fuera todo este batiburrillo del cambio propiciado por un banquero puesto a político.
    Aunque no nos debemos extrañar. Miren ustedes el Donalt Trump en América. Arrasa.
    Salut

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  2. Lo que me parece verdaderamente triste es tener que llegar a esos niveles ínfimos en los discursos para conseguir algo. Yo desprecio a todos los que lo utilizan. ¿Puede ser lo de vencer o convencer? MJ

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