miércoles, 4 de noviembre de 2015

Un "president" clandestino

Este sujeto es un gran amante de las firmas solemnes (con su flamante pluma Inoxcrom y rúbrica de notario), de los engolados discursitos en solemnes escenarios, de las ruedas de prensa con periodistas a sueldo, y, últimamente, se ha aficionado mucho a chupar cámara en entregas de premios diversos. Por no hablar aquel penoso paseíllo a lo largo del túnel formado por los agradecidos alcaldes con sus bastoncitos, en un triste remedo de la entrada de Jesucristo en Jerusalén el Domingo de Ramos.
Pero también le gusta esconderse, como hizo cuando dejó ir a Madrit a Marta Rovira, Turull y Herrera a hacer el ridículo explicando los planes separatistas, mientras él se quedaba refugiado en casa con la cabecita debajo de la mesa. Y ahora también anda escondido, manteniendo lo que se supone que son unas sórdidas negociaciones con los okupas de la CUP.

Xavier Vidal-Folch tiene cierto mérito explicando estas cosas, y el hombre no se corta tampoco un pelo a la hora de hacerlo por televisión. Dice así su último artículo, titulado Un 'president' clandestino.

El Rei Artur "amb el cap sota la taula"«A veces da la cara, y mucho. En ruedas de prensa. En el Parlament. Así se comporta Artur Mas.
Pero otras muchas veces se esconde, se enmascara y oculta. Esas son las preocupantes.
Incluso para él. Ahora mismo tendría mejor cartel para ser reelegido presidente de la Generalitat si no se hubiese sumergido en el cuarto lugar de su lista. Así no tuvo que responder en los debates a los casos Pujol, saqueo del Palau y 3%, claro. Pero a costa de confundir, entre otros al propio Raül Romeva, que ignoraría el pacto Convergència-Esquerra para reconsagrarle. ¿Figuraba en alguna cláusula secreta escrita? A Mas le encantan.
Aunque se proclama transparente, tiene afición a las adjudicaciones clandestinas mediante “procedimiento negociado sin publicidad”.

También goza con las reuniones secretas. Como la que celebró a espaldas de su partido el 26 de octubre con la CUP mendigando dos votos para su investidura.
O con las “varias” mantenidas en secreto y en pisos francos con su padrino Jordi Pujol, este último año: con el mismo que según Mas apenas nada tiene que ver con CDC ni con “la política catalana” desde “hace más de diez años”. El último encuentro clandestino con Pujol fue glorioso. Se celebró el 21 de octubre en el piso/zulo de un exconsejero de Banca Catalana. [...] ¿Explicaba Mas a Pujol alguna filtración? ¿Requería consejas? Mosqueado, espetó luego el president al Parlament: “¿Es algún delito?” (reunirse con el patriarca). “¿Acaso a alguien le interesa?”.
A todos. ¿Acaso no interesaría una reunión secreta de Mariano Rajoy con Luis Bárcenas en un piso de Ignacio González?»



2 comentarios:

  1. Pues más de uno, supongo que bastantes, aún le apoyan. Hoy mismo lo he oído decir. Alucinante, ¿no? Claro que de todos los votantes que ha tenido, alguno hay que le sigue la corriente, aunque cada día menos. MJ

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  2. ¡Hay tantas cosas de la política catalana actual -y, más concretamente, de Mas- que no entiendo! Trato de informarme, pero cada día la entiendo menos. Entre otras cosas, creía que por estos lares había un sentido común (seny) que estoy viendo que brilla por su ausencia. Estamos embarcados en una nave a la deriva en medio del temporal y nadie de los "ganadores" de las elecciones parece enterarse. ¡En buenas manos hemos encargado el futuro!
    El Tapir

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