lunes, 26 de octubre de 2015

El oasis catalán, en horas bajas

PERIODISTAS: ¡PERDED EL MIEDO DE UNA P... VEZ!
Parece ser que empresarios, periodistas, políticos (esos, menos) y gente de a pie están empezando a perder el miedo a hablar de la basura en la que estamos inmersos. Bienvenidas sean estas aportaciones para dejar con el culo al aire a quien corresponda. [Botella medio vacía: dudo que sea así pero, en cualquier caso, no servirá de nada].

Carlos Quílez es un periodista valiente, que ha denunciado numerosos casos de corrupción. Actualmente es director de Análisis de la Oficina Antifraude de Cataluña. En su artículo nos habla de algunos asuntos de bastante actualidad. Entresacamos algunos párrafos.

Carlos Quílez«Aquellos que han gobernado Catalunya con jactancia durante más de 30 años no están acostumbrados a conducir sin que haya un policía que, eventualmente, les retire las multas por las infracciones que cometan. Eso se acabó. Algunos, de tan acostumbrados como están, aun no ha entendido el sentido de metáforas como ésta.
El tiempo de zozobra es una época fértil para la emancipación de los sumisos. Y, efectivamente, las filtraciones vuelan a mil por hora de unos años hacía aquí. En todos los sentidos. De dentro hacia afuera. Desde arriba hacia a abajo. Con sello oficial o sin membrete, de boquilla o por escrito, con mala intención o con malísima intención. Pero la información fluye y se les escurre de las manos a quienes las tienen sucias.
Naturalmente, hay quien se frota las manos. También quien se rasga la vestiduras y no deja de temblar. Pero, sobre todo, hay quien ha salido del cascarón de la sumisión y de una resignación que empezaba a ser casi congénita y ha rellenado de tinta las plumas otrora sobornadas.

Una tormenta extraordinaria de indicios solventes, administrados a partir de un proceso penal dotado de todas las garantías y controles de un estado de derecho, ha descargado agua, rayos y truenos sobre la diáspora en la que se ha convertido el oasis de CDC.
El caso Sumarroca, o Catdem, o Petrum, o 3%, desmaquilla quizá definitivamente a algunos farsantes que durante años lideraron este país como si de una colla sardanista se tratara en la que unos tocaban el flabiol y otros, bailaban y bailaban felices por el mero hecho de sentirse parte de la tribu.
Insisten en poner la mirada hacia el lugar que les conviene, que es lejos del sumario del caso 3%. Pero la prensa y parte de la sociedad se ha desembarazado de hipotecas y esa emancipación no tiene vuelta atrás.
De nada sirven ya las subvenciones a la prensa que se multiplican entre la Generalitat y los medios catalanes o los favores entre el Gobierno central y los medios españoles. La prensa, hasta ahora contenida, maniatada y por lo tanto servil y parte de una sociedad hasta no hace mucho narcotizada, ha dicho basta.

Pepe Farruco/ Diario 'El Economista'El paraguas es la omertá. Y el cuchillo que lo ha rajado dejando que el agua salpique lo que queda del oasis de CDC, han sido las filtraciones. La prensa se ha lanzado a contar y a publicar. Ha perdido el miedo a administrar las filtraciones. Sin filtraciones no habría periodismo. Sin periodismo libre y valiente, no puede haber democracia. Lo mejor de todo este cambalache que se está viviendo es que ese oasis político se desmorona tras la zozobra convergente. La prensa se ha lanzado a contar y a publicar. Ha perdido el miedo a administrar las filtraciones.

Sin filtraciones no habría periodismo. Sin periodismo libre y valiente, no puede haber democracia». 



2 comentarios:

  1. Parece mentira que todo esto sea verdad. ¿Cómo acabará? MJ

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  2. Todo este asunto empieza a tener tintes cada vez más mafiosos, aunque, de momento, sin tiros.
    El Tapir

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